¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza cuando piensas en una persona mayor? Si eres de los nuestros, aparecerán palabras como respeto, admiración, experiencia o sabiduría. Pero seguramente también se crucen los conceptos de fragilidad, cuidado, sensibilidad o deterioro. Al llegar a la vejez, el ser humano nota cómo el paso de la edad afecta no sólo a la cantidad de experiencias, recuerdos y momentos vividos, sino también al número de impedimentos que alteran su día a día. Es por eso que necesitan no solo que su entorno sepa cómo cuidar a personas mayores, sino la sociedad en general.
Un gesto como ceder el asiento a un mayor, ayudarle a subir unas escaleras o incluso compartir una charla con ellos en tus ratos libres. Y si quieres ir mas allá, puedes estudiar terapia ocupacional y/o geriatría para ayudarles en su día a día. Pero son muchos los ancianos que viven en soledad o fallecen en sus hogares sin haber recibido ningún tipo de cuidado. Así pues, independientemente de que se contrate a una empresa de cuidadores a domicilio para asegurarnos de que recibe la atención necesaria, cualquiera que le acompañe debe saber cómo cuidar a personas mayores. Lo resumiremos en 5 pasos:
1. Compañía y empatía
Es normal que debido al estilo de vida tan frenético que llevamos, no podemos destinar mucho tiempo a nuestros mayores por tener que cumplir con nuestras obligaciones. Pero también ellos no deberían sentirse solos, sino en compañía y queridos. En este caso, un cuidador a domicilio puede ser la clave. Estos profesionales destinan toda su atención y trabajo a velar por su bienestar, su alimentación, sus relaciones sociales, su estilo de vida y su higiene. Ellos, a través de la empatía y la sensibilidad, saben que en muchas ocasiones son los 5 sentidos y la movilidad de los mayores que atienden. Por eso es tan importante que el trabajo sea puramente vocacional.
2. Control de dietas y medicamentos de nuestros mayores
Una dieta equilibrada, variada y controlada hará que la persona mayor cuente con los nutrientes básicos que ayuden a conservar su energía y vivir sin agotamiento día a día. Llegada cierta edad, es normal que aparezcan pequeñas intolerancias o complicaciones, como la diabetes, el colesterol, o el deterioro de su dentadura. Es muy importante que el cuidador prepare la comida en función a las enfermedades que padezcan, con el fin de que no se vean agravadas o surjan a consecuencia de ello. Por ejemplo, hacer papillas, dietas bajas en sal o en azúcares y que dentro de eso sean saludables como lo sería para cualquier persona. Hablando de dietas, son muchos los medicamentos que se toman en el momento del desayuno, comida y cena. Llevar un control de cuántas tomas son, a qué horas y cantidades es algo muy importante que hay que conocer para cuidar a una persona mayor y lo que es mejor para su salud, y una desorganización puede tener consecuencias perjudiciales para ellos.
3. Una buena higiene y limpieza del hogar
Al llegar a cierta edad, muchas personas empiezan a encontrarse con dificultades para la movilidad y para la retención de sus necesidades. Por eso, es muy importante que lleven una correcta higiene diaria: que se les bañe, que se les cambie el pañal tantas veces como sea necesario para evitar infecciones, que se les cure las heridas que puedan tener, etc. Y por esto es necesario que esté alguien con ellos las 24 horas del día atendiéndoles. Tampoco debemos olvidarnos de que los mayores pueden llevar muchos años en esa casa y unas costumbres muy establecidas en ella. El orden y limpieza del hogar nos afecta a la comodidad de todos y, por consiguiente, a nuestro humor. No solo por eso, también porque los ácaros acumulados en el polvo pueden perjudicar seriamente la salud de nuestros mayores, sobre todo si la persona es alérgica o posee ciertos problemas respiratorios.
4. Ejercicio y vida activa
Envejecer de forma activa puede librarles de padecer múltiples enfermedades. Por ello, ya no sólo se les tiene que animar a practicar deporte por sus beneficios (evita el sobrepeso, reduce el riesgo de padecer patologías como la diabetes, la hipertensión y otras neurodegenerativas, además de mejorar la autoestima), sino que también acudir a espacios para mayores donde realizar actividades lúdicas puede ser una buena forma de relacionarse y asegurar su bienestar. Puede ser que hayan perdido la movilidad y no puedan hacer grandes esfuerzos en el ejercicio. Cualquier persona que pueda cuidar a personas mayores y se preocupe por hacer ejercicios con ellos de baja intensidad (mientras estén sentados, por ejemplo) evitará que caiga en una rutina sedentaria.
5. Tener un hogar adaptado ayuda mucho a nuestros mayores
Ya sea por cuestiones de movilidad o derivado de alguna enfermedad, se recomienda adaptar el hogar al anciano. Así, para que se desenvuelva sin peligros ni barreras, hay que dejar a su alcance todo aquello que necesite a diario para que no se suba a banquetas de gran altura; optar por instalar duchas en vez de bañeras resbaladizas y con silla en caso de ser necesario; o proporcionarles un teléfono que puedan usar en caso de emergencia.
Los profesionales de Mayores Vida saben cómo cuidar a personas mayores en su domicilio
Por ello, no dudes en informarte sin ningún compromiso en el 91 919 59 00 o a través de nuestra web www.mayoresvida.com. Te seleccionaremos a un/a cuidador/a cuyo perfil profesional se ajuste a las necesidades del mayor y que tenga así la atención y calidad de vida que merece.
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