¿Residencia de ancianos o atención a domicilio? Esta es la primera pregunta que suelen hacerse todas las personas cercanas a los más mayores que saben que ya necesitan una ayuda extra. Sabemos que es una decisión importante, que despierta muchos miedos e inseguridades porque no queremos dejarles en manos de cualquiera. Por eso, vamos a contarte ahora las ventajas de elegir a una cuidadora a domicilio frente a otras opciones como pueden ser las residencias. Somos conscientes de que es una decisión importante y por eso te ayudaremos en todo lo posible. Recuerda que si necesitas más información, puedes solicitarla rellenando este formulario o llamando al 91 919 59 00.
1. Personas con formación y experiencia previa
Pero cada vez hay más personas dedicadas al cuidado de mayores en el domicilio con más formación y experiencia que nunca. Todas nuestras cuidadoras o tienen formación en Sociosanitaria, Geriatría y/o Terapia Ocupacional o tienen muchísimos años de experiencia. Además, siempre pedimos referencias de otras familias con las que hayan trabajado anteriormente. Mayores Vida lleva 40 años en el sector de cuidado a domicilio, lo que significa que muchas de esas familias han sido clientes nuestros. Eso ofrece a las próximas familias que disfruten de nuestros servicios la tranquilidad de saber que son cuidadoras de total confianza.
2. Siempre desde la comodidad de sus hogares
Una de las soluciones que se suele utilizar con una mayor frecuencia, es la de recurrir a una residencia de ancianos. Pese a que muchas veces estas residencias parecen ser la solución, en algunas ocasiones son causas de problemas mayores. Esto es debido a que las personas son reacias a abandonar su hogar y sienten que ir a una residencia significa que su vida está llegando a su fin.
Todos nos sentimos seguros en nuestra propia casa: la tenemos decorada a nuestro gusto, en ella hemos compartido muchos momentos buenos con nuestros familiares, nos da privacidad y está llena de recuerdos. Y si ya es difícil abandonarla, lo es más todavía para quienes pueden llevar toda una vida ahí. Por lo general, no todos los mayores reaccionan bien a dejar sus hogares. Puede ser que aumente su demencia y se desorienten más al cambiarle radicalmente de aquello a lo que estaba acostumbrado, a lo que era su vida cotidiana y sus recuerdos. O se rebelan porque se sienten más vigilados y sin la libertad que pueden tener en su casa.
Para poder evitar todo esto, existen soluciones como elegir a una cuidadora a domicilio que cuide de los mayores en su propia casa. Así, no tendrá que abandonar nunca su hogar, por lo que podrá seguir con sus rutinas: salir a pasear cuando tenga ganas, comer el menú que mejor le convenga o acostarse cuando acostumbre. En las residencias estos horarios son compartidos y muchas veces suponen una incomodidad para nuestros mayores.
3. Sin perder el contacto con sus seres queridos
El que una persona siga viviendo en su casa con esta cuidadora interna, facilita que sus amigos y familiares sigan pudiendo ir a visitarle, celebrar reuniones, seguir disfrutando de su barrio… puede seguir llevando la misma vida social que ha llevado durante toda su vida, por lo que se evita esa sensación de abandono que muchas veces tienen las personas mayores y que es muy frecuente en las residencias de ancianos.
Las visitas en residencias no pueden ser muy numerosas, además de que son poco privadas. Las reuniones familiares deberán reducirse a un número limitado de personas y puede ser que algunas personas dejen de visitarles por falta de tiempo o modo de desplazamiento. El aislamiento o sensación de soledad, como ya os comentamos, es una de las principales causas del deterioro cognitivo.
4. Menos posibilidades de sufrir enfermedades infecciosas
El sistema inmune de las personas mayores es más débil que el de los jóvenes y adultos. Por tanto, son más propensos a coger enfermedades comunes que, además, se les pueden complicar. En las residencias hay que tener en cuenta otro factor que se incluye en la ecuación, y es la posibilidad de contagiar al resto de personas con las que convivan. Un ejemplo que tenemos que lamentar, es el brote de Covid tan fuerte que se vivió sobre todo en el 2020. Las residencias de mayores fueron las principales perjudicadas dado el riesgo y las consecuencias que dejó el virus.
Esto ha tenido un grave impacto directo en su salud y mortalidad: se estima que las personas mayores fallecidas en residencias (27.359 entre el 6 de abril y el 20 de junio, según Sanidad) representan el 69,1% de fallecidos por COVID-19 en toda España.
Fuente: National Library of Medicine
Fue más fácil de evitar en aquellos mayores que decidieron elegir a una cuidadora a domicilio, y siempre se tomaron las medidas adecuadas.
5. Atención más personalizada y ajustada a sus necesidades
Además de todas estas ventajas, cabe destacar que el servicio es completamente personalizado, es decir, tenemos a una persona atendiendo todas las necesidades de la persona mayor, cuando en las residencias, una sola cuidadora se tiene que encargar de varios ancianos, no pudiendo tal vez prestar toda la atención suficiente a cada uno de ellos. También hay que destacar la parte afectiva. La atención en las residencias es mucho más impersonal. En cambio, una cuidadora se implica más en el día a día, dando afectividad e involucrándose en el día a día del mayor.
En definitiva, elegir a una cuidadora a domicilio supone una de las mejores soluciones para acabar con todos estos problemas que impiden que una persona se pueda valer por sí sola en su vida cotidiana. Recibirá la mejor de las atenciones desde la comodidad de su casa y rodeado de sus seres queridos, la verdad que no se puede pedir más.
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