Cada vez son más las investigaciones y estudios científicos que afirman que el Alzheimer y la diabetes mantienen una relación más causal que casual. Sabemos que muchos artículos utilizan tecnicismos que a veces son complicados de entender. Por eso, queremos explicártelo de la forma más sencilla posible mediante este blog. ¿Qué diabetes puede causar la demencia? ¿Por qué ocurre? ¿Cómo podemos intentar evitarla o atrasar su aparición? Nos basaremos en un par de publicaciones científicas para avalar toda esta información y que podréis consultar en los diferentes enlaces.

¿Qué tipo de diabetes es la que puede desarrollar una demencia?

Se estima que la diabetes afecta al 9,3% de la población mundial. El número de personas que sufre de esta condición ha aumentado de manera continuada durante los últimos años, superando los 460 millones en 2019, casi 100 millones de personas más que en 2011. Se espera que esta cifra siga aumentando como consecuencia del propio crecimiento demográfico, pero también del envejecimiento, la obesidad y el sedentarismo de la población.

Como bien te explicábamos anteriormente en uno de nuestros blogs, existen varios tipos de diabetes según los niveles de azúcar en sangre y sus consecuencias en la salud de quien la padece. Pero es uno en concreto el que se ha comprobado que interviene en la salud mental. La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad en la que los niveles de glucosa o azúcar en la sangre son demasiado altos (hiperglucemia). Numerosos estudios avalan que los pacientes con diabetes de tipo 2 tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia, tanto de origen vascular como enfermedad de Alzheimer. Aunque esta diabetes produce alteraciones en todos los dominios cognitivos, la velocidad psicomotora y la atención son los más comúnmente vinculados con tener niveles altos de azúcar en sangre.

¿Cuál es la relación entre el azúcar y el cerebro?

Todos los órganos de nuestro cuerpo necesitan nutrientes para funcionar correctamente, y el cerebro no iba a ser menos. De hecho es el más importante, pues de él depende el sistema nervioso, nuestra memoria, nuestras emociones, nuestro aprendizaje… Y eso también conlleva que sea el que más energía gasta. Necesita la mitad de toda la energía que provee el azúcar en el cuerpo para funcionar correctamente.

¿Y que ocurre si esos niveles de azúcar no son los adecuados? Que se produce lo que se conoce como «neurodegeneración», provocada o acelerada por la propia diabetes. Es decir, un fallo de funcionamiento en nuestro cerebro al no recibir suficiente fuente de alimento. De la misma manera que la diabetes puede causar daño a los nervios de los ojos (la retina y el cerebro tienen el mismo origen embriológico y comparten muchas características anatómicas y funcionales), los pies y las manos, también puede afectar el cerebro al dañar los nervios y los vasos sanguíneos. Esto puede llevar a problemas con la memoria y el aprendizaje, cambios de humor, aumento de peso, cambios hormonales y, con el tiempo, a otros problemas graves. Así, se explicaría la incidencia de la diabetes con el Alzheimer.

Tampoco estaría bien pensar «bueno, pues cuanto más azúcar, más se alimenta y mejor ¿no?«. Al final, es un desequilibrio muy fuerte para el cerebro y con el paso del tiempo, de manera muy lenta, lo va deteriorando sin que nos demos cuenta. Por eso la mejor forma de evitarlo es controlando los niveles de azúcar en sangre y mantenerlos en unos rangos normales.

Lo que puedes hacer para controlar la diabetes y el Alzheimer

Ya teniendo clara la relación que comparte el azúcar con el cerebro, es más fácil concretar la forma en la que podemos evitar la aparición temprana del Alzheimer. Desde Mayores Vida os recomendamos:

• Vigilarse en casa o en la consulta del médico los niveles de azúcar. Si ya sabes que tienes diabetes y además hiperglucemia, puedes adquirir un medidor de glucosa para controlar cada día la cantidad de azúcar en sangre. Así, se comprobará si el tratamiento es el adecuado y evitaremos las posibles consecuencias que puedan tener en al salud mental.
• Hacer ejercicio y mantener un estilo de vida activo y saludable puede ayudar a reducir el azúcar que se está acumulando.
• Mantener una alimentación baja en azúcares y evitar las bebidas alcohólicas y edulcoradas. Si no tienes muy claro qué se recomienda comer y qué no en caso de tener hiperglucemia, puedes consultarlo con un nutricionista y elaborar una dieta en base a tus necesidades.
• No fumar es, como siempre, un beneficio para la salud.
• Seguir el tratamiento recomendado por tu médico y actualizarlo en caso de que no esté funcionando correctamente.

Si necesitas ayuda para vigilar tu azúcar o el de algún familiar, siempre puedes contratar nuestros servicios para que una cuidadora a domicilio se encargue de medir los niveles en sangre y ver que toma la medicación correctamente, además de pinchar insulina en caso de ser necesario. Puedes solicitar tu presupuesto en www.mayoresvida.com